A golpe de pedal Bilbao: 2017

sábado, 9 de diciembre de 2017

VIII Acebal Vizcarra

A GOLPE DE PEDAL.

Salida 11/6/17: VIII marcha Btt Pradoluengo.

Continuamos con la puesta al día.

Enlace de la prueba: VIII Acebal Vizcarra

Esta vez nos desplazamos a la Sierra de la Demanda. Los miembros de A golpe de pedal, que han participado en esta marcha, han sido (por orden alfabético): Ángel, Gorka y Joserra.

Ángel, Gorka y Joserra

Por segundo año consecutivo, volvemos a Pradoluengo, esta vez con un integrante más. El año pasado, un servidor, no empezó la prueba con buenas sensaciones y nos tuvimos que conformar con terminar la ruta corta.

Este año, vamos preparados para terminar la ruta larga pero creo que estamos gafados con esta prueba, ya que este año, tampoco conseguimos nuestro objetivo. Esta vez, por otras razones, pero el mismo resultado.
Comencemos la crónica de la prueba.
Calentamos un poco antes de colocarnos en la linea de salida y mientras esperamos que la prueba se ponga en marcha, matamos los nervios, contándole al "nuevo", Gorka, nuestra experiencia del año anterior.

Nos dan la salida y empezamos a recorrer las calles de Pradoluengo, en busca de las primeras rampas que debemos superar.

La primera parte de la prueba, es como la del año pasado. Esta nos sirve para entrar en calor.

Comenzamos un ascenso de unos 5 km, el cual en cuanto coronamos, comenzamos con un descenso suave, cuando llevamos cerca de 10 km, iniciamos el descenso técnico de la Cantera.

¡Voy bien!

Volvemos a entrar a Pradoluengo, para cruzarlo y comenzar a subir hacía el parque Regoluna. Subimos una rampa con una buena pendiente y ahí cogemos un camino a la izquierda, que nos lleva al paraje de Orquidea. Desdé allí, en un descenso con una pendiente pronunciada, bajamos Pradoluengo de nuevo, a la zona de la plaza de toros. En ese descenso, comenzamos la odisea de este año. Al echar el cuerpo todo lo posible hacía atrás, ya que tiene una gran pendiente y que el paso de más bikers, ha dejado la zona con tierra suelta, pierdo el control de la rueda delantera y pruebo el sabor del polvo. Sin consecuencias,a no ser el orgullo un poco arañado.

Como les llevo

Cogemos el camino de S. Antonio de nuevo, pero esta vez en vez de ir hacía la zona de la Barranca, como en el primer paso, nos dirigimos hacía Olaria. Una vez que hemos coronado, comenzamos un descenso rápido por una pista ancha. Aquí, ocurre el segundo incidente del día. ¡¡Pinchazo!! El liquido antipinchazos, no puede hacer su función. La rueda trasera parece un géiser. Ángel detiene su marcha para echarme una mano. Después de un rato de intentar que el liquido hiciese su trabajo, desistimos y optamos por poner una cámara. En esta acción, perdemos un tiempo importante, que luego nos pasaría factura. Una vez reparada la avería, continuamos el descenso que nos llevará al pueblo de Fresneda de la Sierra Tirón.

Antes de llegar al pueblo, el tercer percance. La ciclista que iba delante mío, se mete en una rodada y como consecuencia de ello, se va al suelo. Cae justo delante de mi bicicleta y en un intento de no pasarla por encima, me tiro hacía la cuneta del camino y termino, otra vez, en el suelo. No nos pasa nada a ninguno de los dos y continuamos la marcha. Mi compañero de fatigas, otra vez tiene que esperarme.

Todavía los pillo

Salimos de Fresneda y comenzamos una larga subida.
Aquí, tenemos el cuarto percance. Por causa de la caída antes de entrar a Fresneda, el soporte de la cámara Gopro, sufrió un pequeño daño y esta se cae al suelo. Tenemos que parar para recuperar la cámara y volverla a colocar en su sitio.
Continuamos después de volver a la normalidad.
Nos dirigimos hacía Monte Bajero, al que rodeamos y seguimos subiendo hasta Anabiza. Casi llegando a coronar y desde donde solo nos quedarían unos 17 km para finalizar la ruta larga, encontramos un abrevadero, en el cual nos refrescamos un poco, ya que hace bastante calor, para prepararnos para el esfuerzo final.

Cual es nuestra sorpresa, que cuando llegamos al desvío de la ruta larga y de la corta, nos dicen que tenemos que irnos por la corta, ya que la ruta larga, hacía unos diez minutos que la habían cerrado.

Nos quedamos maldiciendo el día, etc, etc, mientras cogíamos el desvío de la corta.

Desdé allí, bajando por Olaria, nos dirigimos a Pradoluengo.

Cuando llegamos a la entrada del pueblo, Ángel y yo, decidimos esperar a Gorka, que venía un poco detrás de nosotros y así, entrar en meta los tres juntos.

Ya está

¡¡Qué no se quemen!!

Terminamos algo fustrados. Ya llevamos dos años, que no podemos con ella. Pero el año que viene será distinto. ¡¡Eso esperamos!!

Pero la fustración duro poco. No hay nada que reconforte más que una buena ducha y nada mejor para olvidar, que hacer una barbacoa con una cervecita en la mano y buena compañía.

Otro año será.

Sin más, ¡¡A PEDALEAR SE HA DICHO!!

Me gustaría dar las gracias a Ángel, por su compañerismo y pedirle disculpas, que por quedarse, tanto a esperarme en los momentos de las caídas como en la ayuda que me brindo en el momento del pinchazo, él no consiguió su objetivo que no era otro que el de terminar la ruta larga. Si no hubiese estado a mi lado, habría pasado el corte. Por eso, prometo que el año que viene volveremos y esta vez, si que lo conseguiremos. Muchas gracias compañero.

Aquí dejo alguna foto más:

Menudas caras

jueves, 7 de diciembre de 2017

V Milenaria

A GOLPE DE PEDAL.

Salida 28/4/17: V Milenaria: Arraigo ciclista.

Ya es hora de que nos pongamos al día.
Empezaremos por la prueba de la Villa de Oña. La Milenaria, que celebraba su quinta edición.

Los miembros de A golpe de pedal que han participado en este evento, han sido (por orden alfabético): Ángel, Gorka y Joserra.

Gorka, Ángel y Joserra.

Enlace de la prueba: Milenaria 17

Si no echo la piña, no hay fuego

La prueba comenzó, para nosotros, el día anterior. Llegamos con nuestras familias a Oña y después de acomodarnos, dimos una vuelta por la villa. Llega la hora de cenar y buscamos un lugar en donde hacer una barbacoa. Cuando vamos a comenzar a encender el fuego, nos cae una tromba de agua de aupa. Pero, en vez de amedrentarnos, nos lo tomamos con humor y comenzamos a hacer el fuego rodeados de paraguas. Sobra decir, que nos pusimos finos a comer.
Llego la hora de ir a descansar, para así al día siguiente, poder disfrutar de la prueba sin morir en el intento.
Nos levantamos pronto para poder desayunar en condiciones y luego ir a recoger los dorsales.
Calentamos antes de ponernos en la linea de salida y así poder, también, templar un poco los nervios.
Ya colocados en la linea de salida, sacamos la foto de rigor.

¡¡Patataaa!!

Mientras esperamos que se de la salida, los cajones se van llenando y el ambiente se va animando.

Dan la salida y comenzamos a movernos. Con las ganas de empezar, se me olvida dar al botón de start del gps y no me doy cuenta hasta que hemos andado un par de kilómetros.

Los primeros kilómetros son neutralizados, por lo que vamos por detrás del safety car. La gente esta bastante nerviosa y no quiere mas que ir por delante. Al estar el safety car, en la carretera no hay tanto espacio como para poder albergar a todos los ciclistas que quieren pasar. Esta situación comienza a ser peligrosa. Comienzan los frenazos bruscos, los cambios de posiciones, voces, etc...
Ante eso, yo prefiero bajar el ritmo y quedarme un poco descolgado. Ya habrá tiempo de correr más adelante.
En cuanto el safety car se aparta, el pelotón se estira y es el momento de ir para adelante.

La prueba esta dividida en dos partes. Una primera que se realiza por los montes Obarenes, donde hacemos una zona nueva, llena de senderos y sube-baja.

¡¡Ahí esta la prueba!!

Pasamos por la rampa de la "pistola", en la que alguno de nosotros tubo que echar el pie a tierra.
Volvemos a pasar por la Villa de Oña y empezamos la segunda parte de la prueba, que comienza con una subida de 7 kilómetros con un desnivel de 478 m. que nos lleva a la llanura de la sierra. Desde allí, después de unos tramos de sube-baja, comenzamos el descenso por el Portillo del Mercado. Descenso de algo menos de 4 km, técnico y algo peligroso, a la vez de bonito y excitante.

Menuda bajada

Una vez finalizado el descenso, llegamos al pueblo de Penches y desde ahí, nos enfrentamos a los últimos kilómetros de la prueba.
Hacemos el descenso de Valdoso, descenso pronunciado y rápido, con el terreno técnico, roto y con cárcavas que lo hacen algo peligroso.
Llegamos a Oña pero nos desvían y nos hacen subir por la "Casa del parque" donde nos esperan las últimas rampas, que son autenticas rompepiernas y ahora si, entramos al Oña por la puerta de entrada a la Casa del Parque y al Jardín Secreto y llegamos a la meta.